Body, Blood, Soul, and Divinity/Cuerpo, Sangre, Alma Y Divinidad

MASS CONFUSION: 
BODY, BLOOD, SOUL, & DIVINITY

The outbreak of Swine Flu cast a pall of Mass Confusion over the proper understanding of Communion under both kinds i.e. reception of both the Host and the Precious Blood. Since the Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ draws near (June 23), this is an opportune time to review the Church’s teaching on Communion under both kinds.

Catholics moving into their Golden years will remember that before the Second Vatican Council, Holy Communion was received only under the form of bread according to an age- old custom reiterated at the Council of Trent (1562) against the Protestant Reformers who wanted the chalice made available to the laity. The Council stated that, because the whole Christ was present under either species (bread or wine), it is not necessary to receive Communion under both kinds.

This custom prevailed until shortly after Vatican II (1967) when, in a document called Eucharisticum Mysterium,the Church revisited the question and declared: “Holy Communion, considered as a sign, has a fuller form when it is received under both kinds. For under this form (leaving intact the principles of the Council of Trent, by which under either species or kind the true sacrament and Christ whole and entire) the sign of the Eucharistic banquet appears more perfectly...”

In simple terms, this means that when one receives either the tiniest particle of the Host, or the smallest drop of Precious Blood, one receives all that there is to receive of the Sacrament. One receives no more or less grace, and no more or less of the Body, Blood, Soul, and Divinity of Christ, by receiving both the Host and the Precious Blood alone.

The Second Vatican Council did not change the Church’s doctrine on Holy Communion, but changed the Church’s custom of receiving only under one kind.

Because the whole Christ is received under either species, those who are allergic to the gluten in bread may receive only from the chalice, avoiding the need for specially made low- gluten hosts.

Similarly, those hesitant to receive from the chalice for any reason need not fear that they are “missing something.”

Sources: Council of Trent, Twenty-first Session, Doctrine on Communion under both species (1562); Eucharisticum Mysterium (1967); Redemptionist Sacramentum (2004)

CONFUSIÓN EN LA MISA:
CUERPO, SANGRE, ALMA Y DIVINIDAD

El brote de Gripe Porcina trajo consigo una confusión en cuanto a la forma correcta de recibir la Santa Comunión en las dos especies, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Ya que se aproxima la Solemnidad de Corpus Cristi, (junio 23), considero que esta es una buena oportunidad para refrescar nuestra memoria sobre lo que enseña la Iglesia en cuanto a la recepción de la Comunión en las dos especies.

Los católicos de edad madura recordarán que antes del Concilio Vaticano Segundo, la Santa Comunión se recibía únicamente en la especie de pan según una antigua costumbre reiterada durante el Concilio de Trento (1562), en contra de la Reforma Protestante que demandaba que el cáliz se hiciera disponible a los laicos. El Concilio especificaba que debido a que Cristo estaba presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad bajo cualquiera de las dos especies, (pan y vino), no era necesario recibir la Comunión bajo las dos especies.

Esta costumbre prevaleció hasta un poco después del Vaticano II (1967), cuando en un documento llamado Eucharisticum Mysterium la Iglesia revisó esta situación y declaró que: “La Santa Comunión, considerada una señal, es más completa cuando se recibe en ambas especies. Ya que bajo esta forma (dejando intacto los principios del Concilio de Trento, por medio del cual el recibir la Comunión en cualquiera de las dos especies, se esa recibiendo el verdadero sacramento y a Cristo por entero) La señal del banquete Eucarístico aparece más perfecto...”

En términos simples, esto significa que cuando alguien recibe aunque sea una diminuta partícula de la Hostia o una diminuta gota de la Sangre de Cristo, esa persona está recibiendo el Sacramento completo. La persona no recibe menos gracias, o menos Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, al recibir únicamente la Hostia o la Sangre de Cristo.

El Concilio Vaticano II no cambió la Doctrina de la Iglesia sobre la Sagrada Comunión, pero cambió la costumbre de recibir solo bajo una especie.

Debido a que Cristo se recibe en su totalidad bajo cualquiera de las dos especies, aquellas personas que son alérgicas al gluten en el pan, pueden recibir la Comunión del Cáliz, evitando tener que recurrir a las hostias bajas en gluten o sin gluten.

De la misma manera, aquellos que no se sientan seguros de recibir del cáliz por alguna razón, no deben preocuparse y pensar que “algo les falta” al recibir de esta manera.

Fuente: Concilio de Trento, Sesión 21, Doctrina sobre la Comunión bajo las dos especies (1562); Eucharisticum Mysterium (1967); Redemptionist Sacramentum (2004)

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